DE LA FICCION A LA REALIDAD.

Bueno.... un personaje de ficción puede decir lo que quiera ,porque no es responsable de sus comentarios: Sencillamente no existimos, no tenemos conciencia.
Es genial, porque reflejamos algo que no se puede tocar, somos un espejo de imagenes creadas que no son reales. Detrás no hay nada, sólo una patalla blanca para pintar y pintar... crear y crear.
Así pues podemos abrir mentes hacia cosas que hasta ahora no eran.
Dar nuevas formas a conceptos y a ideas que emprendan nuevas formas de pensar. Quitar importancia a lo que lo tiene y Señalizar lo que no se ve.
Luci guía su vida hacia la inocencia en vez de ser resabiada, va justo a la inversa.
No es que no le pasen cosas malas, como a todos vivir es experimentar y a veces salen bien las cosas y encuentras alegría y a veces salen mal y encuentras tristeza, decepción. Pero ella escoge no acordarse de lo malo, se queda sólo con lo bueno, se perfila así para poder seguir adelante sin miedos, o con ellos de la mano y de guasa.
La manera de enriquecer el personaje de Luci, es la misma manera con que podemos enriquecer un plato de cocina, ser imaginativo y tener ganas de divertirse con las propuestas de la vida.
La diferencia es que Luci al existir en una serie de ficción no se toma en serio y en cambio yo que soy la actriz que la interpreta y como casi todos, nos tomamos muy en serio, por pensar que vivir es sufrir.
Hay que aprender de lo que nos enseñan nuestros personajes en la ficción. En las series en general podemos crear un mundo paralelo a este que nos abra la mente, pues al no existir cabe todo..
Lo que se prentende con esta serie es eso mismo, encontrar en la ficción claves para vivir en la realidad de una manera diferente, mucho más dinámica y divertida, romper techos de cristal, como los caminos que recorren nuestros personajes que hay en ella, son caminos nuevos porque le dan la vuelta a lo que es.
Aquí no buscamos que la ficción refleje la realidad, sino que la ficción se meta en la vida como una forma más de vivir y de ser feliz y que porqué no la realidad tome de la ficción lo que le interese.
ELENA MAURANDI